miércoles, 6 de octubre de 2010

sorauer st.3

Este es nuestro hogar en Kreuzberg. El patio interno del edificio de Susi. El piso es hermoso, luminoso, con un boimbo de tela blanca que da liviandad al ambiente. Antes de dormir me asomo y miro el patio, las ventaneas, trato de descubrir la vida de algun trasnochado que aun no apago la luz. Doy vueltas por la casa como si fuese mi casa. Me levanto y repito el ritual, miro el patio, las plantas, las bicis, las escaleritas que quien sabe adonde llevan. Sorauer es una calle alborada, con una aparente uniformidad en sus construcciones, pero si uno se detiene, cada puerta, cada ventana, cada banco de plaza sin plaza, conlleva algo propio. Sorauer llega al parque en un extremo del otro lado de corta con una sucesion de bares y restaurancitos llenos de guirnaldas de lucecitas de colores, poblados de largos tablones de madera con sus largos bancos que las recorren. Hay uno justo en el cruce que se llama Sofia. Me pregunto porque se llamara asi.
Kreuzberg es un mundo de colores. Algo que no puedo dejar de mirar son las verdulerias, llenas, repletas, coloridas. Y no puedo dejar pasar de largo los aromas, en el barrio se respiran especias.

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